jueves, 29 de noviembre de 2012

HISTORIA

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[editar] Fundación y Califato Abasí

En el año 761 de nuestra era, el califa Al-Mansur (el Victorioso) fundó Bagdad,[4] cerca de las ruinas de la antigua Babilonia y la convirtió en la capital del islam. Mansur creía que Bagdad era la ciudad perfecta para ser capital del imperio islámico bajo el Califato Abasí. Mansur estaba tan encantado con el sitio que dijo: "Esta es realmente la ciudad que estoy fundando, donde estoy viviendo, y donde mis descendientes reinarán después". Desarrolló una política económica y de capital, sobre todo porque su situación le dio el control de estratégicas rutas comerciales. También constituía una excelente ubicación debido a la abundancia de agua, que era muy poco común durante ese tiempo y su saludable clima.
El país hacía ya 1299 años (desde el 528 a. C.) que había sido invadido por persas, griegos y romanos y tenía como centro a Damasco (capital de Siria). Con su fundación, Bagdad eclipsó a Ctesifonte, la capital del Imperio persa, situada a unos 30 km al sureste, que había estado bajo la dominación musulmana desde el año 637, y que fue rápidamente abandonada después de la fundación de Bagdad. Heredera de Babilonia (que había sido abandonada desde el siglo II a. C., y cuya ubicación estaba a unos 90 kilómetros al sur) y de Seleucia del Tigris.

Suq al-Ghazel. Minarete de Bagdad, Mesopotamia (Irak). Este es el minarete más antiguo de Bagdad. Perteneció a la Mezquita Califa construida por el Califa Muktafi entre el 901 y el 907 d. C.
El Califato Abasí fue heredero de los descendientes del tío de Mahoma y fue parte de la tribu Quraysh. Los Abasíes trataron de combinar la hegemonía de las tribus árabes con las ceremonias de la corte imperial y las estructuras administrativas de los persas. Los Abasíes se consideran los herederos de dos tradiciones: la árabe-islámica (portadores del manto de Mahoma) y la persa (sucesores de los monarcas Sasánidas). Estas dos razones de Al-Mansur para construir la capital en un lugar que fuera representativo de la identidad árabe-islámica mediante la construcción de la Casa de la sabiduría, donde los textos antiguos fueran traducidos de su idioma original, fuera griego u otro, al árabe. También está cerca de la antigua capital sasánida de Ctesifonte sobre el río Tigris.
En el año 758 a. C., Mansur reunió ingenieros, agrimensores y artistas de todo el mundo para elaborar planes para la ciudad. Más de 100.000 trabajadores participaron en la construcción, que comenzó el 23 de julio del año 762 a. C.
La ciudad fue diseñada como un círculo alrededor de 2 kilómetros de diámetro, lo que se conocía como la "Ronda de ciudad". El diseño original mostraba un anillo de viviendas y estructuras comerciales a lo largo de la parte interior de los muros de la ciudad, pero la composición final añadió otro anillo, dentro de la primera.[5] En el centro de la ciudad se situó la mezquita, así como el cuartel de la guardia. El diseño circular de la ciudad es una idea tradicional persa Sasánida. La antigua ciudad de Sasanian Gur/Firuzabad es casi idéntica en su diseño circular, avenidas radiales y edificios del gobierno y templos en el centro de la ciudad. Se utilizó mármol para hacer los edificios, se construyeron muchos parques, jardines, villas y bellos paseos que daban a la ciudad un elegante acabado.
Las cuatro puertas de la muralla que rodeaba Bagdad fueron llamadas Kufa, Basora, Jurasan, y Siria; los nombres corresponden con las salidas de los caminos a estos lugares. La distancia entre estas puertas era un poco más de dos kilómetros. Cada puerta tiene hojas dobles que se hicieron de hierro, eran tan pesadas que hacían falta varios hombres para abrirlas y cerrarlas. El muro era de aproximadamente 44 m de espesor en la base y unos 12 metros de espesor en la parte superior, y de unos 30 m de altura, incluyendo las almenas. Este muro estaba rodeado por otro impresionante muro de un espesor de 50 m. El segundo muro tenía torres coronadas por almenas redondeadas. Esta pared exterior se encontraba protegida por un sólido terraplén hecho de ladrillos y cal. Más allá de la pared exterior había un foso lleno de agua.
En el centro de Bagdad, en la plaza central estaba el Palacio de la puerta de oro. Fue la residencia del califa y de su familia. En la parte central del edificio había una cúpula verde de 49 m de altura. El palacio estaba cerca de otras mansiones y residencias de funcionarios. Cerca de la Puerta de Siria un edificio servía de cuartel a los guardias. Después de la muerte del califa Al-Mansur el palacio dejó de ser la residencia del califa y su familia, trasladándose al Palacio de la Eternidad, a orillas del Tigris. Bagdad conoció su auge en el reinado del califa Harún al-Rashid, el cual, no obstante, sentía un profundo desagrado por la ciudad, a la que llamaba "la sauna", deplorando su calor sofocante y las polvaredas procedentes del desierto. Debido a ello trasladó su residencia a Raqqa, en el alto Eúfrates, dejando el gobierno del Califato en las hábiles manos de los barmacíes, que instalaron una corte paralela de gran esplendor cultural.
La ciudad se había convertido en un centro político, económico, militar, cultural y artístico de primer orden, de modo que en el siglo IX era una de las mayores urbes de la Tierra, con una población estimada de 700.000 habitantes o incluso más, una población sólo comparable a Constantinopla o Chang'an.[6] Era el Bagdad de Las mil y una noches, de los zocos, las mezquitas, los palacios, las bellas princesas árabes, los comerciantes que remontaban el Tigris trayendo todo tipo de productos, de las sederías y las alfombras. Una parte de la población de Bagdad no era árabe, y había pobladores persas, arameos y griegos, pero estas comunidades adoptaron progresivamente la lengua árabe.
En la zona este de la ciudad se fundó una comunidad cristiana por la guarnición bizantina del castillo fronterizo de Samalu, trasladada a Bagdad tras su captura en el curso de una expedición mandada por Harún al-Rashid en el verano de 780. Su iglesia, conocida como Dayr al-Rum ('el monasterio de los griegos'), fue el centro de la vida cristiana en la ciudad hasta la conquista mongol de 1258.[7]
En 813, debido a la guerra civil entre los hijos de al-Rashid, el califa Al-Amin y su hermano Al-Mamún, Bagdad fue sometida a un largo sitio por parte de las tropas de Tahir ibn Hussein. El asedio fue especialmente largo y cruento, combatiéndose calle por calle. Buena parte de la ciudad resultó destruida, incluido el Palacio de la Eternidad, sede del Califato. Cuando el victorioso al-Mamún se trasladó de Merv a la ciudad de sus antepasados en 819 emprendió un esfuerzo de reconstrucción, construyendo un nuevo palacio y fundando en 827 la célebre Casa de la Sabiduría (Bait al-Hikma), dedicada a la traducción de obras del griego, persa y Medo siríaco, los sabios de todo el imperio se dirigían a Bagdad facilitando la introducción del griego y de la ciencia india en el mundo árabe e islámico. A raíz de unos graves distrubios en 835, el califa decidió abandonar Bagdad e instalarse en una ciudad de nueva planta, Samarra, que sería capital de los abasíes hasta que al-Mutamid se trasladó de vuelta a Bagdad en 892.

El asedio de Bagdad por parte de los mongoles bajo liderazgo de Hulagu en 1258.
Los selyúcidas eran un clan de los turcos Oghuz de la estepa siberiana que se convirtieron a la rama sunní del islam. En el año 1040 destruyeron el Imperio Gaznavida y en 1055, Toghrül el jefe de los selyúcidas conquistó Bagdad. Los selyúcidas expulsaron a los Buyids, una dinastía chiíta que gobernó durante algún tiempo y tomó el poder y el control de Bagdad. Se auto-proclamaron sultanes en el nombre de los califas abasíes.

[editar] Invasiones e Imperio otomano

A partir del siglo X entró en decadencia por la disgregación del Imperio islámico en diversos califatos independientes y en 1258 fue arrasada por los mongoles, liderados por Hulagu, nieto de Gengis Kan. Los mongoles masacraron a la mayoría de los habitantes, entre ellos al califa Al-Musta'sim, y destruyeron gran parte de la ciudad. Los canales y diques que formaban la ciudad, así como el sistema de riego también quedaron destruidos. El saqueo de Bagdad puso fin al Califato Abasí, y como consecuencia la civilización islámica nunca se recuperó plenamente. En esos tiempos Bagdad fue gobernado por un Iljanato, una de las cuatro divisiones del Imperio mongol, que estaba centrada en tierra persa. En 1401, Bagdad fue saqueada de nuevo, por Timur ("Tamerlán").
La ciudad cayó en decadencia y en 1534 es conquistada por los turcos otomanos. En 1921 la ciudad se convirtió en la capital de Irak bajo mandato británico hasta la independencia definitiva del país en 1932. La población de la ciudad creció de una cifra estimada de 145.000 en 1900 a 580.000 en 1950, de los cuales 140.000 eran judíos.[cita requerida]

Caída de la estatua de Saddam Hussein en la plaza Firdos.

[editar] Independencia de Irak

En 1958 el ejército iraquí depuso al monarca, Faisal II, formando un gobierno del cual surgiría Saddam Husein. Durante la década de 1970 Bagdad vivió un período de prosperidad y crecimiento a causa de un fuerte aumento del precio del petróleo. Se desarrollaron infraestructuras modernas incluyendo agua, alcantarillado y carreteras.
Sin embargo, la Guerra Irán-Irak de 1980 fue un momento difícil para la ciudad, Irán puso en marcha una serie de ataques con misiles contra Bagdad. La ciudad sufrió los bombardeos de la Guerra del Golfo en 1991 y durante la invasión y ocupación de Irak por los Estados Unidos en 2003.
Bajo la propaganda estadounidense de "la deposición del régimen de Saddam Hussein", la ciudad fue ocupada por tropas estadounidenses; la razón real de estos hechos fue poner las reservas de petróleo iraqui en manos de los EEUU antes que cayeran en manos de la Unión Europea, gobiernos emergentes como el de China o que potenciaran más aun su independencia y dieran mayor poder a la OPEP [cita requerida]. La Autoridad Provisional de la Coalición cedió el poder al gobierno provisional a finales de junio de 2004 y, posteriormente fue disuelta

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